Masaje deportivo
MASAJE DEPORTIVO
El masaje deportivo se ha vuelto muy popular en el mundo de los deportistas a la hora de cuidar su cuerpo
Existen varios tipos de Masaje Deportivo según los objetivos perseguidos. El masaje en el deporte se puede clasificar en:
Masaje preparatorio / pre competición:
Aplicado preferentemente (aunque varía según los autores) entre las 6 y 24 horas previas a la competición, entrenamiento o actividad, para optimizar las capacidades elásticas y contráctiles de los tejidos. Es un masaje vigorizante.
- Aumento de la vigilia muscular
- Aumento de la circulación
- Aumento de la temperatura muscular
- Aumenta la elasticidad
- Elimina mialgias y zonas de adherencia muscular periférica.
Masaje de recuperación:
Suele ser aplicado entre los 30 minutos y las 6 horas tras finalizar la actividad. Previamente el deportista debe realizar un enfriamiento activo que incluye disminución del ritmo, estiramientos, hidratación y normalización respiratoria y cardíaca.
- Actúa en músculos hipertónicos, músculos fatigados y llenos de catabolitos
- Drenaje de los desechos metabólicos
- Aumento aporte sanguíneo
- Disminuye contracturas
- Facilita la eliminación de desechos.
- En esta fase está muy indicado el drenaje linfático manual y es preciso evitar técnicas de masoterapia muy intensas que puedan exacerbar un dolor inflamatorio, aumentando el tiempo de recuperación. Se pueden aplicar técnicas de roce, compresiones rítmicas, vibraciones segmentarias... Supone también una especie de “recompensa” psicológica al deportista por el esfuerzo realizado.
Masaje de mantenimiento:
Debe ser periódico. Se utiliza como medio diagnóstico y de tratamiento, formando una parte más del programa de preparación del deportista.
- Mantiene la elasticidad
- Diagnostica puntos gatillo y mialgias.
- Elimina la fatiga muscular
- Mantiene el trofismo muscular
- Se realizarán maniobras más lentas y amplias como deslizamientos superficiales y profundos, amasamientos, fricciones... y además cualquier otra técnica de Terapia Manual que ayude a conseguir los objetivos anteriores en función de los hallazgos obtenidos durante la palpación y el resto de la valoración.
Tanto los objetivos como evidentemente el masaje variarán dependiendo del deporte que se practique, según sea de flexibilidad, fuerza, fondo o velocidad, ya que los procesos fisiológicos y bioquímicos que se producen en el organismo serán diferentes. Será preciso modular el ritmo, velocidad y profundidad del masaje en función de lo que queramos conseguir.
Mejora la flexibilidad
La flexibilidad es un aspecto importante en muchas deportes. El hecho de aplicarse masajes deportivos de manera periódica ayuda a la expansión de los tejido musculares en una dirección multidireccional y favorece la flexibilidad de músculos y articulaciones. Además, el masaje también puede tener impacto sobre la vaina muscular alrededor de los ligamentos, cosa que favorece la liberación de la presión almacenada y el estrés.
Aumenta la permeabilidad
Aplicarse un masaje deportivo hace que los agujeros microscópicos de la membrana de los tejidos se amplíen y los líquidos y nutriente lleguen más fácilmente. De igual modo, el material desechable como el ácido láctico es expulsado a mayor velocidad. Este beneficio supone que el organismo se recupere de una forma más rápida.
Mejora el flujo de la sangre
La circulación de los tejidos musculares mejora con los masajes deportivos. Esta terapia favorece la dilatación de los vasos sanguíneos para recoger aire fresco y que los componentes nutritivos sean transportados con mayor comodidad por el organismo. Asimismo, un masaje de descarga después de correr ayuda a recuperarse más rápidamente.
Rehabilitación
Aunque se intenten prevenir las lesiones, habitualmente se sufren sobrecargas, calambres, contracturas o roturas que producen dolor e impiden continuar entrenando o compitiendo. Con este masaje deportivo se acelera el proceso de curación, reduciendo el dolor y se aportan nuevas soluciones durante el proceso de rehabilitación.
