Piel:
la piel se ve beneficiada por el arrastre de las células muertas con cada una de las manipulaciones. Además, es habitual usar cremas o aceites para practicar el masaje, lo que contribuye a mejorar y cuidar la piel, dependiendo de los componentes con los que estén hechos estos aceites.
Aparato circulatorio:
mejora la circulación sanguínea y, por lo tanto, el aporte de nutrientes a las células y a los tejidos. Esto hace que sea también ideal para las personas que sufren problemas de pesadez en las piernas.
Sistema linfático:
las manipulaciones favorecen el arrastre de las sustancias de desecho, con lo que se ayuda al buen funcionamiento del resto de los sistemas y órganos del cuerpo.
Sistema nervioso:
el quiromasaje tiene un efecto relajante en la mayoría de sus acciones, aunque hay ciertas manipulaciones que pueden tener un efecto estimulante.
Sistema músculo-esquelético:
los movimientos con fines relajantes y descontracturantes que practican los quiromasajistas hacen que este masaje permita aliviar muchos dolores que afectan al sistema músculo-esquelético.