Las cejas han adquirido un gran protagonismo en el maquillaje en los últimos años porque su forma puede afectar mucho a la imagen del rostro, para bien y para mal; sin embargo, por exceso de depilación, cicatrices, falta de asimetría, o ausencia de pelo en algunas zonas o por completo, ya sea por genética o a consecuencia de tratamientos de quimioterapia o alopecia, muchas personas no se sienten a gusto con ellas. Enestos casos, o simplemente si no deseas maquillártelas cada día, existe una técnica de tatuaje semipermanente, el microblading, que corrige la forma y el relleno de las cejas y les da un aspecto muy natural.
Esta técnica tiene su origen en el tebori, el tradicional tatuaje japonés, y se realiza con una herramienta parecida a un bisturí biselado que contiene hasta 18 agujas, unas tres veces más finas que las que se utilizan para la micropigmentación o los tatuajes. Con ellas se insertan los pigmentos líquidos en la parte más superficial de la epidermis, trazándolos como si de un pelo se tratase para dar a las cejas un aspecto más natural. Como se realiza a mano alzada es muy importante la habilidad del profesional que lo ejecuta, pues el resultado final dependerá de su pericia.